Me gusta el frió, los colores diversos,  el calor que se siente en las noches de verano, nadar,  la sensación de aire en los pulmones, los mundos que te elevan el pensamiento, los desencuentros las ideas ajenas   las sensaciones lo son todo para mi y me gusta el dolor,  ese dolorcito que te da cuanto te arrancas una costra,  te muerden los labios,   cuando los gatos con sus afiladas uñas las deslizan sobre mi piel, los nalgadas y los azotes,  en mis huidas mentales sobre el transporte urbano pensaba que realmente no todos los dolores son agradables, no me gustaría tener una muerte violenta porque pensaría que me va doler si me caigo de un tren y sus llanas  rompen mi estructura, ser arrollada, que se me escape la vida detrás de una arma de fuego o blanca,  además están los otros dolores el que nos recuerda que hemos fracasado,  la tristeza de perder a un ser amado, el mundo que nos rompe porque nos encajamos en él o las personas que queremos no lo hacen, las que nos ideas que nos chocan, el sentirse juzgado, todas las inseguridad es y debilidades,  así nos damos cuentos que el dolor esa palabra carga de significados,  muchas veces solo nos ponemos a pensar por que nos gusta provocarlo o que nos lo provoquen, así que solos e vuelve un pensamiento más